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La Virgen de
Lomos de Orios eleva su santuario enclavado a once
kilómetros de la villa de Villoslada de Cameros. Y
esta Virgen, que a semejanza de la de Valvanera,
apareció en un roble cuando corría el siglo XII,
recibe a sus peregrinos el día domingo primero de
Julio. Brilla el sol el aire es caliente en el llano
y frio en las cumbres. La Virgen del Santuario fue
grande y apiadada madre de sus devotos. Hasta
cincuenta y siete milagros se cuentan por su
intercesión.
Lo más típico , lo mas curioso de
esta romería, es el «reparto de la caridad». Cada
romero recibe, después de hecha la bendición, un
trozo de pan y carne que se reparte generosamente.
Data esta romería y reparto del año 1520. Fue un
suceso de pastores con sus ganados trashumantes.
Era el tiempo de la guerra de las
Comunidades. España se encendía en guerra civil. Los
pacíficos pastores volvían de las tierras extremeñas
donde habían pasado el invierno y su sierra había
«quedado triste y oscura».
Una partida de comuneros pretendíó
robar sus ganados a la bucólica grey, allá por los
campos que llaman los Arañuelos. Imploraron a la
Virgen con gran fe y esperanza firme. E hicieron un
voto: cada hombre que tuviera más de sesenta cabezas
de ganado haría a la Virgen de Lomos de Orios el
obsequio de una cordera para que fuera repartida su
carne a los pobres. Bien pronto Nuestra Señora les
oyó, se mostró apiadada por su sencillez y se vieron
rodeados de una niebla intensa, espesísima, que los
cubrió y ocultó de sus enemigos. Al mismo tiempo les
servía de guía, de tal manera que llegaron sin
ningún contratiempo a su lugar.
Este milagro dió lugar a la simpática
y generosa caridad que llaman de los Corderos.
Años y años corren y el pueblo
sencillo va con devoción a oír misa el primer
domingo de Julio y a recibir la caridad en el
santuario de la Virgen de Lomos de Orios.
YRAVEDRA / RUBIO |