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El adjetivo sandío, aunque poco utilizado en el castellano, llama la atención por ser uno de los casos de difícil resolución etimológica. Registradas las formas antiguas sendío (Berceo, Milagros de Nuestra Señora, 646b, 766a y Libro de Alexandre, ms. arag. 1270b) y sandío (Ia doc. 1240 Fuerzo Juzgo, mucho más documentada que la anterior, que queda reducida a los casos expuestos)2, obliga a justificar por un lado el paso de e a a y por otro el cambio de sílaba acentuada que presenta la forma moderna 3. Corominas, aun y afirmando que "es deformación moderna y arbitraria", intenta explicar el desplazamiento del acento diciendo que "actuaron de modelo los sinónimos necio y zafio, y el antónimo sabio", después que la continuidad de uso del adjetivo se viera interrumpida a fines del siglo XV y volviera a divulgarse entre los cultos a partir de su aparición en el Quijote. En cuanto al cambio vocálico, Corominas no concede demasiada importancia a la forma sendío, quizá por su escasa presencia documental, y se centra principalmente en sandío, que relaciona con el gallego-portugués sandeu 4, calificativo muy frecuente en la lírica de los trovadores gallego-portugueses para describir al enamorado en su estado de enajenación como efecto del amor . La coincidencia de la sílaba san- en las dos formas inclina a este autor hacia un étimo que se ajuste sin forzar demasiado los cambios fonéticos vocálicos, proponiendo el origen SANCTE DEUS que en su día ya había sugerido Diez, pero que no fue aceptado por muchos estudiosos 6.
En realidad, esta etimología es la que
mejor se adapta a la forma sandeu y, al aceptarla, Corominas se
inclina, aun sin manifestarlo de manera explícita, por el origen
gallego-portugués del término. Por otro lado, Corominas rechaza de manera tajante la etimología, propuesta por Sainéan y Spitzer y aceptada por Meyer-Lübke7, que identifica sandío con el castellano sandía (nombre de la fruta), esgrimiendo para ello argumentos de orden estilístico, pero que tienden, una vez más, a justificar un origen gallego-portugués 8.
Sandía, como nombre de fruta,
procede, según el mismo Corominas, del árabe batîtha
sindîia,
con el
significado 'badea del país de Sind'. Sind deriva del
sánscrito sindhu. En árabe, los antiguos geógrafos
denominaban Sind a la comarca del Indo y Mihran, y Hind
a la India no islamizada. Esta comarca se encuentra en la parte
musulmana de la India que hoy pertenece al Pakistán, comprende una
de las zonas más cálidas del mundo y en las llanuras del Indo se
extienden los cultivos de regadío comparables con las del Nilo. Corominas considera que esta etimología es indefendible: ..."la sandía era fruto importado de la India, que es dudoso se conociera ya en el Norte de España a principios del siglo XIII; además, el nombre sandía no se ha conocido en Portugal (donde dicen melancia), y sobre todo la forma portuguesa sandeu se opone a esta etimología rotundamente"...14 Los argumentos utilizados pueden ser analizados desde otras perspectivas: Al parecer, el cultivo de la sandía estaba ya muy extendido en el Sur de España en el siglo XII 15. Por otro lado, el hecho de que en Portugal no se conozca este nombre o que la forma sandeu no encaje con la etimología, es un argumento válido sólo si pensamos que el término fue creado en portugués, pero nada permite asegurar que el proceso haya sido éste. ¿Por qué no inclinarnos por una etimología femenina tomada metafóricamente sobre la palabra que denomina al fruto y, a partir de ella, la creación del masculino castellano y el portugués, cada uno con los morfemas correspondientes? En este caso tendríamos que considerar la posibilidad de una metáfora del mismo tipo que la que se acepta para el francés fou, el catalán foll, occitano fol, italiano folle 16. No parece muy extraña esta hipótesis si comparamos estos términos con otros que se usan en diferentes lenguas románicas para expresar el mismo concepto u otros muy cercanos: el castellano loco, portugués louco 11, el francés, occitano y catalán fat (de FATUUS 18), el francés sot, castellano zote, italiano zotico (del latín medieval SOTTUS 19), el catalán boig 20, catalán orat, provenzal aurat , o tantos otros términos románicos que, con distintos matices, son utilizados para describir figuradamente un estado de enajenación o simpleza en grados diversos. Esta posibilidad no se aleja mucho de la realidad: el DECLC, citando el Diccionari Cátala, Valencia, Balear de M. A. Alcover y F. de B. Molí, afirma que el término síndria se usa popularmente en Menorca para designar la cabeza y supone derivado de esta acepción el nombre *xandrí, que en locuciones del tipo cada u fa's seu xandrí sería equivalente al francés n'en faire qu'á sa tete 22.
La sandía pertenece al grupo de las
cucurbitáceas, al igual que el melón (cucumis meló), el pepino (cucumis
sativus), el calabacín (cucúrbita pepo)... Es una gran familia de
unas setecientas especies denominadas
cucumis, lagenaria,
citrullus y cucurbitas que se distribuyen normalmente en los
países cálidos. Al parecer, las tres primeras son generalmente
oriundas de Asia y África mientras que las últimas suelen proceder
de América 23. A la sandía se la conoce como
citrullus lanatus,
pero popularmente recibe muchos nombres ("...la major part del
valencians en diuen melons d'Alger, cosa que tinc ben
confirmada de l'Horta i la Ribera al menys; en el Baix Cinca, altra
zona de conreu intens del fruit, son melónz de moro;
Massalcoreig (1935) on els melóns els designen com a melons de
krestiá..." DECLC, VII, 929, 35-45), a ello habría que
añadir las formas más corrientes y extendidas como melón de agua
(méla d'ajgua a Maella i Calaceit), perífrasis con que se designa
también la fruta en inglés, en francés y en el castellano de algunas
zonas de Sudamérica. Parece evidente que de estas formas se pueden
sacar algunas conclusiones, dos cucurbitáceas, melón y sandía, el
primero con nombre latino melo-onis, la segunda con nombre árabe,
delatan tal vez un cultivo más remoto en el caso del melón (el
nombre latino deriva del griego μελοπεπυν y más reciente
(¿introducido tal vez por los árabes?) en el caso de la sandía; de
ahí que uno sea meló de crestiá y otro meló de moro y
que siempre el elemento de referencia sea el melón (de agua, de
moro...) cuando se trata de dar nombre a la sandía, lo cual
parece indicar que era conocido con anterioridad.
La forma masculina en -eu del
gallego-portugués no parece presentar ningún problema si pensamos
que se pudo haber formado sobre el femenino sandía, con un
sufijo habitual en este tipo de adjetivos (el mismo DCECH,
150, 5-10, cita la formación de judeu/judía entre otros).
De todo lo dicho hasta aquí es fácil
concluir que estamos ante un término lleno de problemas y de difícil
justificación. Parece probable que sandío pueda ser un
eufemismo, cosa muy explicable si pensamos en el concepto que
expresa y en los ejemplos de las voces que en distintas lenguas
hemos presentado. Si aceptamos el étimo sandía, habría que
replantear el origen portugués y considerar la posibilidad de que el
masculino hubiese sido creado sobre la voz femenina; en este caso el
cambio semántico podría haberse producido a través de la sustitución
metafórica de cabeza.
Ya hemos hablado un poco más arriba de la posibilidad de encontrar formas con -e- partiendo de una -i- en árabe. En cuanto al significado de sendío en estos textos, creo que no es el de 'loco' sino el de 'necio' / 'imprudente', de ahí que aparezca en una serie acumulada, marcando una pequeña diferencia de matiz o calificando a loco.
En los textos de los trovadores
gallego-portugueses la presencia de sandeu o sus derivados es
mucho más numerosa : Afonso Méndez de Besteyros (7,1), Afonso Paez
de Braga (8,3), Roy Fernandiz (143,9), Don Men Rodrigues de
Briteyros (100,3), Estevam Fernandez d'Elvas (33,3,4 y 6), Joam
Garcia de Guilhade (70,4,11,25), Joan Garcia (69,1), Rodrigu'Eanes
d'Alvares (139,1), Gonçal Eanes do Vinhal (60,8), Afonso Gómez
(5,1), Martim Moxa (94,8), Pero Garcia Burgalés (125,20), Pedr'Amigo
de Sevilla (116,8,27), Estevan da Guarda (30,9), Gil Pérez Conde
(56,10), Joan Soárez Coelho (79,35), Pero Viviaez (136,6), Joan
Baveca (64,22), Pero d'Ambroa (126,14), Pero de Veer (123,3), Pero
Meogo (134,7), Afonso Eanes do Cotón (2,24) y Don Denis (25,72). En las cantigas de amigo registramos una mayor frecuencia del término, tanto en femenino como en masculino. Es curioso notar que la forma femenina aparece en contextos de sentido peyorativo, que deberíamos traducir por 'necia', 'tonta', mientras que la masculina se mantiene en el significado que encontrábamos en las cantigas de amor. En las cantigas de escarnio, el término (masculino y femenino) adquiere matices de insulto. El sentido que mayoritariamente parece tener es el de 'necio' en el masculino, y en el femenino 'necia' (aplicado a gente), adquiriendo matices mucho más fuertes en algunas composiciones, como el refrán de la cantiga de Joan Garcia de Guilhade (70,4): "dona fea, velha e sandia!", o el escarnio que Pero Garcia Burgalés dedica a Maria Negra (125,20), a lo que acusa de lasciva e insaciable, por lo que el término sandia se recubre de un significado cercano al de 'mujer de mala vida', 'viciosa'... No sé si es una simple coincidencia que el término del provenzal pastêco 35 tenga la misma connotación y sea, además, un derivado de battij.
Con todo lo dicho hasta aquí parece que
el término está más cerca de un significado 'necio', 'idiota',
aplicado al que se comporta equivocadamente, imprudentemente,
groseramente, que de la 'locura' entendida como trastorno mental, y
que, en conjunto, una etimología sandía no estaría tan
alejada de estas acepciones. Si se toma en consideración todo el
campo semántico de la locución batîha sindîia, son numerosos los
casos en que se usa la metáfora de una cucurbitácea para designar
una cosa sin valor o una persona vacía, necia, tonta...; tomemos
sólo como ejemplo, además de los citados más arriba, las formas
italianas pastéco 36 o citrullo, citrullería, que
tienen únicamente el significado de 'necio, bobo' y 'bobada,
sandez', respectivamente. En definitiva, todo lo dicho hasta aquí va destinado a apoyar de alguna manera la etimología sandía. Evidentemente, los argumentos son discutibles, de la misma manera que lo son los utilizados por los defensores de SANCTE DEUS: hablamos de transformaciones fonéticas de difícil explicación, de metáforas lingüísticas, de usos literarios... elementos que utilizamos para intentar explicar la realidad lingüística que, frecuentemente, se ofrece oscura e intrincada; de ahí que sólo podamos tomar el camino de la hipótesis.
NOTAS 1 Agradezco encarecidamente la ayuda de la profesora Emilia Calvo del Departamento de Árabe de la Facultad de Filología, Universidad de Barcelona. 2 Cito a través del Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico, Madrid (1986), voz Sandío. 3 La acentuación en la i parece indiscutible en toda la Edad Media, a juzgar por las palabras con las que suele rimar tanto en la forma masculina como en la femenina. 4 El origen portugués del término, según cita el mismo Corominas, fue propuesto por Juan de Valdés en sus Diálogos de la Lengua, 117.8: "sandío, por loco, tengo que sea vocablo nacido y criado en Portugal; en Castilla no se usa agora". A pesar de manifestarse escéptico frente a la afirmación de Valdés, por considerar que el único fundamento de tal hipótesis era el hecho de que en su época el vocablo seguía lleno de vida en Portugal mientras que en España había caído en desuso, Corominas establece su etimología hermanando las dos formas, sin pronunciarse abiertamente en este aspecto. 5 En los Cancioneros se registra toda una familia de derivados: sandice/sandece como sustantivos, sandia como adjetivo femenino y ensandecer, desensandecer como formas verbales. Se observará que en ningún caso aparece una forma con -e-. 6 Para la voz sandeu, J. Pedro Machado, en el Dicionário etimológico da língua portuguesa, Lisboa 1973, remite a Corominas (sandío), resaltando la oscuridad del origen de estos vocablos.
En la voz sandío del DCECH
se lee: "es deformación moderna y arbitraria del antiguo sandío,
en portugués sandeu, que significaba 'idiota', 'loco'; origen
incierto, probablemente de la frase SANCTE DEUS 'santo Dios', que,
pronunciada al principio como exclamación de piedad ante el pobre
mentecato, acabó por aplicarse a este mismo. 1ª doc.: sendío,
Berceo; sandío, 1240, Fuero Juzgo". 7 L. Sainéan, "Notes d'étymologie romane", Zeitschrift für Romanische Philologie, XXX (1906), p. 571; Spitzer, Lexicalisches aus dem Kalatanischen Sprachen, Ginebra, 1921, p. 28; Meyer-Lübke, Romanisches Etymologisches Wórterbuch, Heidelberg, 1968, (7934a): "Sindija (arab.)" Art Melone". Kat. sindria, sp. sandía "wassermelone".- Ablt. sp. sandío, pg. sandeu "töricht"... 8 La etimología que identifica sandío con sandía en el sentido de 'soso como esta fruta', les parece inaceptable por razones estilísticas: "nombres así son naturales en las jergas, en los bables modernos y en el habla familiar, pero el tono serio de la poesía amatoria y religiosa del s. XIII está a cien leguas de tales metáforas". 9 DECLQ VII,928,51. 10 "...En entrar l'árab cindia en llengua románica, s'hi trobá amb aquest mot ja conegut des de temps romans, i se li contagia la seva r"... (DECLQ VII, 929,12-22). Ver la voz cidro en el DCECH, n, 65. 11 DCECH, V, 147, 55: "En árabe está perfectamente documentada la etimología: Abenalhaxxá dice que el dullâ es el batîh hindî(o sea 'badea de la India') y sindi(o sea de Sind). El femenino cíndia (clásico sindîyá) corresponde al nombre de unidad correspondiente".
12 Madrid, Instituto Hispano-Arabe de
cultura, 1977, p. 27: "...The phoneme /i/ had an allophone [e],
which occurred in velar or velarized and pharyngealized contours.
Speakers of Romance languages readily identified this allophone with
their /e/ in toponyms (like Albacete< albasít/) and loanwords... 13 L. de Eguilaz y Yanguas: Glosario etimológico de las palabras españolas de origen oriental, Madrid, 1974, p. 490, Reimpr. de la ed. de Granada, 1886. 14 DCECH, 149, 31-39.
15 Ibn Yûbayr, nacido en Valencia
(¿Játiva?) en 1145, narra en su libro de viajes: "...L'Andalousie
était favorisée d'une fortune qui lui donnait l'avantage sur le
sorte des autres pays jusqu'au jour oú nous sommes arrivés dans
cette contrée'bénie; nous avons vu qu'elle regorgeait de denrées et
de fruits, tel que figue, raisin, grenade, poire, peche, citrón,
noix, moql, pastéque, melón, concombre, ainsi que de tous les
légumes, aubergine, courge, rave, carotte, chou, etc.. Les fruits
les plus excellents dont nous ayons tâté sont la pastéque et le
coing: tous les fruits y sont excellents, mais la pastéque y est
particuliérement exquise"... Ibn Jobain Voyages, traduits et
annotés par Maurice Gaudefroy-Demombynes, París, Librairie
Orientaliste Paul Geuthner, 1949, Vol. V, p. 140. 16 "Fou, adj. Lat. FOLLIS "soufflet, sac, bailón"; du sens de "ballon" a passé par plaisanterie au sens de "fou", par comparaison d'une personne sotte, folle avec un ballon gonflé d'air. Ce changement de sens est accompli des le VIe s. (O. Bloch y W. von Wartburg, Dictionnaire étymologique de la Langue Française, París, P.U.F. 1975). En el DCVB se remite a una forma latina FOLLÉ con el significado de 'manxa', 'pell buida' y en el Diccionario crítico etimológico de la lengua castellana, Madrid, 1954, en la voz Folia: Ant. 'locura', 'imprudencia', 'maldad', después nombre de varias especies de cantos y danzas, tomado del Occ. ant. folia 'locura' derivado de fol 'loco' que procede del latín FOLLIS, 'bolsa', 'saco', 'cabeza vacía'... El cambio semántico se explica muy bien en el DECLC, IV, 75, 51-55: "La idea básica és indiscutiblement la de la buidor o vacuitat del sac o bossa, buits de dins. I és sabut que es tractava ja d'una comparado o metáfora mes o menys comuna en la literatura llatina, aplicada a la pilota, etc.." 17 No parece clara la etimología de loco. El DCELC propone un origen latino *LAUCU o bien el árabe láuqa, láuq, femenino y plural del adjetivo 'ahwaq 'tonto', 'loco', pero también se han sugerido otras etimologías como la onomatopeya del latín tardío ULUCCUS 'mochuelo o lechuza' (Wagner, Rohlfs, Diez, Sainéan), glaucus 'garzo, de ojos verdosos', o el prerromano *LAUCUS... 18 DECLC, III, 910, 27-30: "Fat, 'mancat de seny, toix', 'insípid, sense sal, sense gràcia', del 11. FATUUS que té també tots dos significáis...". 19 19 P. Guiraud, Dictionnaire des étymologies obscures, parís, Payot, 1982, p. 490: "D'aprés SOPIRE 'endormir, engourdir", cfr. d'aprés Littré le dial, mains sottes 'mains engourdies par le froid'. Sot est peu compatible avec l'O (long) de SOPIRE; mais la quantité du radical est incertaine en latín et SOPOR (avec un O bref) autorise 'SOPITUS > sot (cf. de méme TRUDERE et TRUDIS, LABERE et LABESCERE, etc.)". No sé muy bien si este término puede ser explicado a través de esta etimología: en catalán el verbo ensopir y sus derivados, significan siempre 'adormecer' y figuradamente 'aburrir' (DECLC III, 380,10: "...format com a derivat culte del llatí SOPIRE 'abaltir', 'ensopir', 'adormir', mot de la mateixa arrel indoeuropea que sop-no- > sommum i que el gr. ύπνος"...).
20 DECLC, II, 39, 27-40: "Sembla
haver tingut primerament el significat de 'beneit, babau', aplicat
mes tard, com a eufemisme, a la follia; germá del lengd. baug
'beneit, atordit' i sense altra parentela en llengües ben conegudes,
però tots dos suposen una base originaria *BAUDIUS, d'origen incert,
segurament indoeuropeu, si bé és dubtós si es tracta d'una variant
del gótic bauths, baudis, 'sord', 'mut', o mes aviat d'un mot
pre-romá afí d'aquest mot germánic i d'un grup de mots céltics i
indoeuropeus, del qual formen part especialment els irl. bodar
'estabornit, pertorbat, sord' i búalaim 'jo bato, colpeixo';
i això últim sembla mes probable". 21 De * AURATU 'tocat o ferit d'aire malsá' (DCELQ VI, 86,44). 22 DECLC, VII, 929,30-35. 23 c. E. Dubler, "Badea-Sandía", Al Andalus, VIII, 1943, pp. 386413, ofrece algunos datos (pp. 387-389) sobre el cultivo de varias especies en Grecia durante el primer milenio antes de nuestra Era y afirma que la sandía radica en el Sur del África Oriental, que fue importada al valle del Nilo, que las repetidas migraciones semitas extendieron su cultivo por Judea, Palestina, Siria y probablemente Mesopotamia, que se propagó por mar o por tierra a la India, que por vía terrestre pasaría a Persia y que su cultivo se reimportó desde la India en los albores de nuestra Edad Media. Establece Dubler toda la expansión desde la India hacia Oriente y Occidente, produciéndose esta última por Irán, Asia Menor y Bizancio, de ahí a los Balcanes y a los pueblos eslavos y, finalmente, bajo la dominación musulmana, arraiga su cultivo en el Norte de África y pasa a la Península Ibérica, particularmente a la comarca levantina. 24 "...Nous croyons que l'origine du mot est beaucoup plus simple. L'hispano-portugais sandío, sot, est simplement le masculin de sandia, sotte et pastéque, répondant exactement á badea, pastéque et fade, insipide. C'est une métaphore fournie par la forme et par la goút fade des cucurbitacées, qui désignent généralement le niais qu'on trompe facilement...". L. Sainéan, "Notes d'étymologie romane", Zeitschrift für Romaniscbe Philologie, XXX (1906), pp. 570-571. 25 25 O. Nobiling, "Berichtigungen und zusätze zum portugiesischen teil von Körtings Lateinisch-Romanischen Wörterbuch", Archiv für das Studium der Neueren Spracben und literaturen, CXXVII (1911), p. 188. 26 DCECH, V, 147,4142. 27 Op. cit.,p.490. 28 R. Dozy: Supplément aux dictionnaires árabes, I, París, 1927, p. 692. 29 Cito por la traducción de Defremery et Sanguinetti: Voyages d'bn Battüta, Vol. IV, París, Anthropos, 1969 2 , p. 412. Reimpr. de la edición de 1854. 30 30 A. Griera, Atlas lingüistic de Catalunya, mapa 283: boig. 31 En la voz sandío del DCECH figuran todos los textos castellanos en los que se registra el término. 32 Gonzalo de Berceo, El libro de los Milagros de Nuestra Señora, 646, b. Ed. crítica y estudio de J. Montoya Martínez, Granada, Universidad, 1986. 33 Mil., 766,a. 34 34 Cito por el Repertorio métrico della lírica gallego-portoghese de G. Tavani, Roma, 1967. 35 Pastéco, s. f. Pastéque; melón d'eau, v. citrouio; T. de marine, poulie; femme de mauvaise vie. F. Mistral, Lou tresor dóu Felibríge, II, Genéve, París, Slatkine, 1979, p. 494, Reimpr. de la ed. de 1932. 36 Pastéco: Còsa sciòcca e grossolana. P. Petrocchi, Novo Dizionárío Universale della lingua italiana, II, Milán, 1910, p. 463. 37 C. E. Dubler, op. cit, p. 401.
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