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En la Edad Media la tierra era un elemento importante dentro del sistema y forma de vida existente. Su posesión no sólo proporcionaba al dueño un medio de obtener alimento y dominio si no que también le daba una concreción de lugar y unas raíces a nivel familiar y psicológico, que conformaban de pleta al individuo de aquella época. De igual modo que la tierra, un hijo era un bien importan te sólo por su valor afectivo y familiar sino también por razones económicas, materiales y de poder. Unas veces su presencia era de utilidad para sus padres, por ejemplo como mano de obra, otras veces como un nuevo miembro de la familia que podría conseguir para ésta clientelas y alianzas ventajosas, las cuales apoyarían y aumentarían el poderío familiar, que posteriormente heredaría. La alegría por la llegada de un hijo y las cosas que este aportaría a sus padres aparecen reflejadas en uno de los cuentos del Calila e Dimna:
"...Dizen que en tierra de Jorgen avía un religioso et avía su muger, Et estovo ella que se non enpreñó un tienpo; desí enpreñóse, et fue su marido muy gozoso et díxole: -¡Alégrate, ca fio por Dios que parirás fijo varón, conplido de sus mienbros con que nos alegremos et de nos aprovechemost! "(1)
En las Partidas aparece legislado lo mismo:
"Cada hombre debe procurar que su linage nazca en la tierra misma de donde él sea. Todos deben casarse luego que tengan edad competente por el placer y ayuda que presta la descendencia: porque asi tienen quien les herede, y haga después de su muerte lo que ellos harían viviendo; y porque casándose pronto, muriendo un conyuge, el otro se podrá volver a casar, y fara hijos con sazón." (2)
Y en las Cantigas de Santa María de Alfonso X El Sabio.
"Assi com' oy dizer // a quen m'aquest á contado en riba d'Aguadiana // à un ogar muit onrado e Terena chaman y, // logar muí sant aficado u muitos miragres faz // (a Sennor de dereítura),
A Reynna en que é // comprida toda mesura, [...]
Ond' aveo pois assy // que en Beja, u morava un orne casado ben // con sa moller que amava, almoxerife del Rey // era el, e confiava muit o en Santa Maria; // mais avia gran tristura
A Reyna en que é // comprida toda mesura, [...]
Porque non podi' aver // fillo de que gradoasse e que pois sa mort'en seu // aver erdeiro ficasse [..,]" (3) Su aparición era también símbolo de la bendición divina a la unión de esa pareja, y en muchos casos la prueba más clara de la masculinidad del padre. Para la madre significaba, en la mayoría de las ocasiones, su razón de ser y de vivir, y la realización de la característica fundamental de su condición femenina (4), La importancia de la fecundidad era tal que llegaba a ser una meta a lograr en la vida de las mujeres. Así el concepto de esterilidad en el mundo femenino era negativo, proviniendo esta idea desde ya los textos bíblicos y así aparece en la obra de Jau me Roig, Espill:
"... Al
lloc sagrat me féu membrant fos recordant del manament del creximent, multiplicar i augmentar, lo món omplir, degués complir; mes fent caml com malai Déu la figuera per no fruitera ni teñir figa, la llei antiga qui no paria no consentía entrar al temple. "Bé saps l'exemple", dix, "de sent'Ana. Com canya vana, pópul, txop, àlber, olm, vern, e sálzer, qui fruit no fan e al foc van; com la cugula e com la muía que filis no sembra, la xorca fembra és reputada. Si béstimada fer vols que vixques, fes que parixques a quin que for. Ab gran error, per sos dinés aquest has pres marit ja vell; fes aparell, si veus te fall, d'un altre gall millor granat, fet a ton grat; muda-n'hi tants, fins tant infants te veges vius."(5)
La esterilidad era una de las negaciones que la sociedad. medieval no aceptaba más que como un mal que provenía de Dios. Se asumía como un castigo, bien para todos aquellos cuyas relaciones no eran realizadas en los tiempos convenidos, bien por la ilegalidad de la pareja, o por algún pecado desconocido o designio divino. El no tener hijos era tenido como un castigo divino y asi lo vemos en las Cantigas de Santa María en la composición 411:
"E poren fillou ele // offertas e presentes que levass' ao templo // con outros seus parentes; mas Rubén e Symeon // vedaron-ll' a entrada, Beeyto foi o dia // e benaventurada [.,.] Que lie dlsseron logo: // "D'aqui entrar es quito, Joachin; poren voy-te, // pois de Deus es maldito, que te non quis dar filio, // ca assi é escrito; porend' entrar non deves // en casa tan sagrada". Beeito foi o dia // e benaventurada [...] Ca a porta do templo // disseron-mi os porteiros, pois non avia fillos // como meus companneiros, non entraría dentro, // nen aver nen cordeiros nen ren de mia offerta // non seria filiada,"(6)
En el capitulo séptimo del libro de Bernardo Gordonio el Lilio de la Medicina, traducido por Juan de Aviñón, converso que vivió en Sevilla bajo los auspicios del rey don Pedro (7), nos dice nada más empezar esta parte :
"Qualquiera es perfecto quando puede engendrar semejante á sí."(8)
Este axioma con el que inicia su capítulo Gordonio fisiológicamente es verídico, Pero el motivo de la esterilidad puede encontrarse en el hombre o en la mujer o por causa de la conjunción de ambos. Esta afirmación es hecha en este libro sobre conocimientos médicos de la época:
"Arriba en el principio de esta partícula, ó libro, fue determinado de la esterilidad de las mugeres, y por consiguiente de los varones, pues la esterilidad, ó viene por parte de las mugeres, ó de parte del varón, ó de ambos á dos.,,"(9)
Hay otro libro del siglo XV titulado Sumario de la medicina escrito por Francisco López Villalobos, que posee la peculiaridad de ser el primer tratado en lengua castellana escrito en verso, En esta obra también se señalan los distintos causantes de la esterilidad;
"La causa de no poder empreñar la madre o el esperma lo habrá, causado, por ser muy caliente no puede engendrar, por húmido y frío no puede cuajar,
por ser mal dispuesto marido o mujer, por questá borracho, o ques niño, o ques viejo, la generación y podríase hazer de qualquiera dellos con otro parejo, "(10)
La razón puede hallarse en causas externas o internas del cuerpo de la mujer, en la edad o la complexión física, asi como en la matriz:
",..si de parte de las mugeres, ò acontece por causas de parte de dentro, ò de fuera: si por causas de fuera, só mas manifiestas, assi como la muger una vez, ó muchas bebió agua fría en grande quantidad, ó porqu acostubro muchos manjares azedos, ó algunos manjares de mala calidad: y acontece por accidentes de la alma, assi como por ira, ó tristeza, y temor [...] y si fuere por causas más intrínsecas, entonces, ó acontece por los miembros de la generación, ó por todo el cuerpo: si por todo el cuerpo, esto será por passiones conocidas, y manifiestas del celebro, y del coraçon, y del esto mago, y del baço, ó del higado, ó porque los menstruos están retenidos, ó porque corren mucho, ó porque es muy delgada, ó muy gorda, ó porque es niña, ó vieja : sí fuere por causa de la madre entonces será, ó por passiones consimíles, ó oficiales, ó comunes,.,."(11)
Y razones muy parecidas pueden ser las causantes de que la esterilidad venga de parte del varón, y así lo dice también el maestro Bernardo Gordonio:
",(.si fuere la esterilidad de parte de los varones, yá aquesto arriba se ha dicho; pero por gracia de la materia digamos alguna cosa: pues los varones son estériles, ó por causas de parte de fuera, ó por causas de parte de dentro, que son mas escondidas: si fueren las causas de parte de fuera, entonces es assi como en las mugeres, como mucho, y repentino beber de agua fria, ó acostumbrar mucho tiempo el comer de las cosas azedas, ó de otra mala calidad, ó porque es niño, ó viejo, ó porque es grande comedor, ò embriagado, ó porque es hombre, que acostumbra à hazer mucho coyto ..." (12)
Finalmente hay razones en este tratado que apoyan que la esterilidad puede venir dada por un mal "ayuntamiento de la pareja:
"...y si la esterilidad aconteciere por ambos dos, esto será porque convienen en malicia de complesion, ó porque la malicia de la complesion es muy intensa, y no conviene..."(13) En la obra anteriormente citada de López Villalobos también se hace alusión a este tema, afirmando las causas que puede tener y sus métodos de cura o los elementos que pueden ayudar a su curación. Asi tenemos las siguientes estrofas:
"Aculpa la madre porque hay complexión o malos humores en ella metidos, o porque hay defecto de su purgación, o porque no puede hazer atración, ni puede tener los simientes unidos; o tiene en los labios dureza o floxeza, o esperma más tarde quel hombre o más presto, o tiene apostema y muy poca limpieza, o no está bien puesta o padesce flaqueza, o llaga o rotura o algo como esto.
DE LA CURA
Si aculpa el esperma en el concebimiento, ya es dado el remedio de restaurallo, y si la matriz tiene tal nocumento, padesce frialdad, según tu pensamiento, con cosas calientes es bien remediallo; xarab de rayzes, xarab de cantueso, harán digestión en la flemosidad geralogodiòn evacúa lo gruesso, y con tragectorio un liquor muy espeso do esté policaria y centaurea le echad.
PROSIGUE
Y en el tragectorio o la mecha si uviere, poned coloquintida para purgar, pero si el calor o secura empeciere, la colora o sangre sacar se requiere con cosas templadas, tras esto templar; acacia y poquistidos, cuerno cervino, mezclados con ámbar do frío le empece; en secura, almendras y grama de pino, y en ventosidad, diacimino fino, y destos emplastros o cibo se adresce."(i4)
También las Partidas hablan de que, para conseguir la descendencia, es necesario, a la hora de casarse, ser muy precavido en la elección de las características de los esposos;
"Los hombres deben ser muy previsores en sus casamientos; de modo que se pueda conseguir la procreaciòn. Para esto conviene que el marido y la mujer no sean ni muy niños ni muy viejos: que no haya mucha desigualdad en las edades: que no sean de complexión débil o enfermiza: que tengan hermosura si pudiese ser, ó que al menos la tenga la mujer; y sobre todo que se quieran bien, que es la primera cualidad. .."(15)
La esterilidad siempre fue un tema de gran importancia en toda época; la mayoría de los conocimientos que se tenían en el Medievo venían de procedencia clásica o árabe (16) y utilizaban diferentes pruebas para conocer de quién provenía esta falta de fertilidad, si era de parte de la mujer o del hombre (17), La esterilidad y como contrapartida la fecundidad eran y son temas totalmente vinculados con las relaciones sexuales que viven los individuos. En la Edad Media la sexualidad era concebida exclusivamente como medio de procreación desde el punto de vista de la Iglesia, y siempre instaurado dentro del marco del sacramento del matrimonio, único medio para bendecir la lujuria y salvar al hombre del deseo. Esta idea está incluso legislada en las Partidas y afirmada legalmente diciendo;
"El matrimonio se estableció para procrear hijos aumentando el linaje de los hombres, y para guardarse del pecado de fornicación. Los hombres se casan también por otras razones tales como hacer censar la enemistad que haya entre dos linages, por la hermosura de las mujeres, por las riquezas que tienen ó por su gran calidad; pero los principales según Dios y según la ley son las dos dichas."(18)
Y, también, en libros específicos de religión como el Catecismo de Pedro de Cuéllar del siglo XIV, encontramos las siguientes afirmaciones:
"E porque muchos omnes, fincando en ellos la rayz del pecado original, sin ley de razón e non commo destra al fetra al fecho de engendrar vienen e non siguen la ley de la razón e asi commo animalías brutas están prestos para el fecho de la luxuria, e para traer a tenperança e a ordenación deste fecho fue establecido el matrimonio, señaladamente para aver fijos...(19)
Y del mismo libro:
"E fue estableçido el matrimonio, segund desuso es dicho, para refrenar la maldat de los omnes, que sin diferencia se yvan al coyto de las mugeres asi commo otras animalías, e esto después del pecado. Las razones porque fue establecido el matrimonio son dos prinçipales: la una, por escusar fornicaçión; la otra, por fazer fijos."(20) Hay también otros textos que son exclusivamente de carácter literario, aunque probablemente no están exentos de esa característica didáctica (21) que poseía la mayoría de los libros medievales y que contienen estas ideas sobre el matrimonio y la sexualidad, En el Libro de los Exenplos nos encontramos con un exenplo que dice:
"Leyesse que un santo padre crio un niño en el monte e de que luego a mancebo fue tenptado muy fuertemente del espiritu de fornicación, e quería se yr al mundo e dexar el yermo por conplir su apetito malo. E quando lo entendió el santo ombre, por buenas palabras é buenos castigos rretovolo por dos años. A la fin el moço dixolo que non lo podia sofrir en alguna manera. Estonçe el santo ombre dixole: - Ve é toma mugier, ca en casamiento te puedes salvar" (22)
También aparece en en sermón de Salomón de la obra de Jaume Roig el Espill:
" ... Si tant t'inflames el seny no hi basta: ¡tant te contrasta la carn e mou tant fort te roul Si tant te crema, torna tot tema Puis tant te plau, com dix sant Pau més val casar que no cremar, Quin casament? No semblantment com mul, cavall, als quals seny fall mas sols casar per venerar lo sagrament, Déu molt tement, per seus haver de la muller fills successós, o per calós refrigerar, o per squivar aquel pecat pus difamat; o, si no vols habitar sols per se servit e cosceït."(23)
Y asimismo hace referencia el Libro de las claras y virtuosas mujeres de Don Alvaro de Luna:
"...según el Apóstol San Pablo la mujer después de muerto el marido es libre de la ley del matrimonio, é puede casar con quien quisiere, tanto, que case, según Dios; pero esto se entiende de aquélla que non puede guardar continencia, la qual es mejor que case, que non se queme en el fuego de la lujuria "(24)
Esta obra del siglo XV está también impregnada de ese aire de didactismo que caracterizó a muchos de los textos de esta centuria, sobre todo para la educación de jóvenes y doncellas (25) Las mujeres, ante este problema de la esterilidad buscaban todo tipo de medios y remedios para conseguir la fecundidad, Así en el Lapidario de Alfonso X El Sabio tenemos varias piedras que tratadas de manera determinada, ayudan a las mujeres a engendrar. Del "anxoniz" dice:
"Et est piedra es llamada la virgen et entra en la obra que fazen pora emprennar alas mugieres que se non emprennan...,,(26) ". . . Et a en si atal propriedat que, colgando la sobrel arbor que non de su fructu como deve, que ge lo faze dar. Et si da el fructu como deve, faze gelo dar meior. Et faze otrossi emprennar ala muger, mientre la tovier consigo."(27) Del "acufaratiz": "Et a tal vertud que si molieren aquella piedra que fallan dentro, et la bolvieren con la leche de la mugier, et molaren en ella poca de lana, et la pusieren en la natura de la mugier, quando yoguiere con ella el omne, enprennar sa de la primera vez. Et esso mismo fara qual animal quier si la piedra fuere mezclada con la leche de la fembra fembra que fuere de natura del."(28) En otros
casos, las mujeres acudían a la curanderas para que las dieran remedios para
quedar embarazadas. Encontramos una alusión a esto en el E
En otros casos, las mujeres acudían a la curanderas que las dieran remedios para quedar embarazadas. Encontramos una alusión a esto en el Espill cuando el protagonista se casa con una viuda y al no quedarse embarazada recurre a una mujer de estas:
" ... Volgué ensajar una tacanya metgessa estranya; fon de Bigorra, que, vella i porra, tot Aragò, de Rosselló fins a Valencia, ab sa ciencia gorrat havia. Quant li venia qualque raxosa e desijosa de filis concebre, clavells, gingebre los feia pendre, dant-los a'ntendre per la fredor que la llavor poquet impur del marit liur res no hi valia."(29)
SI, realmente estuvieron muy de moda, todo tipo de bebedizos o recetas que mitigaran o acabaran con la impotencia y la falta de descendencia en las parejas (30). Durante la Plena y Baja Edad Media la fuerza motriz de la existencia del mundo era Dios, Y era Dios igualmente, en consecuencia, el que daba u otorgaba los hijos a las parejas, La divinidad, y con ella a María (31), como madre del Hijo de Dios, Jesús, era a quien por su maternidad divina más gente acudía con sus peticiones de descendencia. Cuando la esterilidad era clara, el último recurso era el milagro o la petición de la generosidad del Todopoderoso. Asi nos lo cuenta la cantiga 347 del Rey Sabio:
" Eno reino de Sevilla // hua moller boa era, en riba d'Aguadiana // morava; mais pois ouvera marido, del neun filio // aver per ren non podera, per fisica que provasse // nen per outras maestrías.
A Madre de Jhesu-Cristo // o verdadeiro Messias, pode resorgir o morto // de muí mais ca quatro días.
E con gran coita dáve-lo, // foi fazer sa romaria aa eigreja da Virgen // santa que é en Tudia; e des que foi y chegada, // teve mui ben sa vigia y con mui grand'omildade // e no mostrand´ hufanias,
A Madre de Jhesu-Cristo // o verdadeiro Messias, [...]
E os geollos ficados // ant o altar e chorando estev' ant' a Virgen santa // e muito lle demandando que fill' ou filia lle désse, // e prometeu-lle que quando o ouvesse, llo levasse // e tevess' y sas vegias,"(32)
Esta costumbre estaba profundamente arraigada en el pueblo, sobre todo a partir del siglo XIII, y con ello no sólo tomaron un gran auge no solo cantigas (33) y canciones en honor a María en las que se le daban gracias por el milagro de un hijo, sino que la iconografía empezó a poblarse de imágenes de la Virgen y el Niño. Estos cultos y hábitos populares llegan también a la literatura desde el fervor popular y tenemos otros textos además del anterior. Asi en el Libro de Exenplos:
"Un dueña, mugier de un grand príncipe non avia fijos e cada dia rrogava a la Virgen Maria que le diesse algún fijo, E Dios oyóla e diole un fijo E ella por non ser desagradecida de tan gran bien fizo fazer un gran monesterio a honor de la Virgen Maria en que puso muchos monjes e doto de muchas rriquezas,"(34)
También en el libro de Jaume Roig aparece como cuando se casa con la viuda que no puede tener hijos, al ver que los bebidizos no dan resultado, recurre a los santuarios donando grandes ofrendas para que la Providencia le diera lo que la naturaleza no le otorgaba:
" ... Voltà la proa ais santuaris. Donà'ls soaris, bells vestiments, molts ornamenta, calzes, tovalles, grans presentalles, terrasses, lliris, imatges, ciris, d'argent e cera perqué sa spera no fos frustrada. Era temprada cercar les vetles, ermites, cetles, cada dissabte. Mas lo recapte qu'ella cercava mai lo trobava. Déu no ho volía, car no'l colia de tot son cor; de l'oi, rancor no's desexia. No merexia mai obtengués que retengués, ni que fill entre dins lo seu ventre; nai n'hi rebé ni concebé."(35)
Otro en la Vida de San Ildefonso:
"...E avia por muger una noble dueña que avia por nonbre doña Lucía. Has por quanto era mañera, non avia fructo de bendición; por lo qual partía largamente de lo suyo con los pobres e con los menesterosos, rogando a Dios que le diesse fructo que fuese a su serviçio. E especialmente a sancta María, a la qual era muy devota, que rogase a Dios que le diese fructo [.,.] aparesçiole una noche en sueños la virgen sancta María e díxole assí: «Fija sabe que yo soy madre de aquel qu'el mundo salvó ['...], E porque tú devotamente me sirves e alabas, sabe que te es otorgado la tu petiçión. Ca overas un fijo que será sienpre en el serviçio de Dios e mio.»(36) En este texto hay unas palabras que definen perfectamente el sentimiento de tristeza que podía sentir una pareja ante la esterilidad, Un hijo, dice el texto, es un fruto de bendición, un fruto que si no germinaba podía suponer no sólo la maldición divina sino también una carencia de gracia y aceptación por Dios de ese matrimonio. La esterilidad entre los reyes traía consigo una carencia demasiado importante. La no existencia de heredero para el trono podía traer múltiples problemas a la corona; y hasta tal punto llegaba, que, por ejemplo, cuando Alfonso X se casó con doña Violante, como durante una gran temporada no tuvo hijos, se pensó en repudiarla pidiendo la mano de la hija del rey de Noruega para el rey castellano, y cuando ésta ya venia en camino se descubrió que la reina estaba en cinta, con lo que hubo que casar a la princesa extranjera con el hermano del rey, el infante don Felipe. Esto nos lo cuenta la Crónica de este rey: "...este rey don Alfonso seyendo casado desde ante que finase el Rey su padre con doña Violante, fija del rey don Jaimes de Aragón e hermano del rey don Pedro, non avia della fijo é ovo muy gran pesar veyendo que esto venia por mengua della; é envió sus mandaderos al rey de Nuruega, con quien le envió rogar que le enviase su fija en casamiento [...] diremos agora de commo trujieron la fija del rey-de Nuruega, é de commo la casó con el infante don Felipe, su hermano por que la reyna doña Violante, su mujer era en cinta,"(37) Otros reyes castellanos tuvieron muchas esposas, como por ejemplo Alfonso VI, que tuvo cinco mujeres legitimas, y de ellas sólo dos dieron hijos al rey. Algo parecido al famoso asunto bastante posterior del monarca inglés de nombre Enrique y octavo de número. Del hijo del famoso conde de Castilla Fernán González, llamado Garci Fernández, nos cuenta la Crónica General que de su primera esposa tampoco tuvo ningún hijo:
"Este conde Garçi Fernandez fue casado dos vegadas; la primera con una condesa de Francia [...] Et visco con ella seys annos et non ovieron fijo nin fija,"(38)
Como vemos, la esterilidad no sólo afectaba a la gente del pueblo, sino que no hacia distinciones de clase, Tanto unos como otros deseaban hijos, pero estuvieran en el estamento que estuvieran no todos conseguían ese privilegio. Robert Fossier, en un trabajo sobre la zona de Picardía en el siglo XIII, afirma que un tercio de las pareja en aquellos tiempos era estéril (39). La esterilidad en algunos casos, aunque no creo que fuera de forma mayoritaria, podía verse fomentada por el seguimiento de un calendario católico que daba fechas y normas en que los matrimonios debían de vivir en continencia o abstinencia sexual, que venían fijadas por el calendario litúrgico y las menstruaciones de la mujer, haciendo que las posibilidades de fecundación fueran, si se seguían a rajatabla, bastante limitadas (40). La carencia de hijos en muchos casos ocasionó una piedad excesiva que trajo,de personas con unos medios económicos bastan te importantes, la construcción de diversos monasterios que debieron mitigar sus paternidades no logradas (41). Había, también otros factores que podían alterar los ciclos de fecundidad en la mujer como eran los periodos de lactancia y los métodos anticonceptivos o la excesiva juventud o niñez de una esposa. Esto último lo encontramos en la Gran Conquista de Ultramar:
"... el conde Amauria de Jaffa rogó al Rey que fue se so compadre de un fijo que encaesciera su rnujier, El Rey dijo quel placia, é dijo que tenia por bien quel dijesen Baldovin; é cuandol preguntaron que quel darían á so fijado que era so sobrino, respondió el Rey, como aquel que era muy noble e sennor é muy mesurado quel daria el regno de Hierusalem, E muchos homes que lo oyeron toviéronlo por profecía, é cuedaron en aquella palabra ca el Rey, que era aun mancebo, é non habia fijo nin fija, é habia su mujier ninna, que podría seer que morria sin heredero é que seria so afijado que era so sobrino rey después del á asi acaesció ... " ( 42 )
También el pueblo solía relacionarlo con los años de peores cosechas de trigo que afectaba a la alimentación unas menstruaciones irregulares podían traer consigo la esterilidad. Esto lo encontramos en Bernardo Gordonio:
"Los menstruos corren naturalmente en cada lunacion una vez, según que conviene a la edad de la muger, y las otras particularias, y duran de tres dias hasta siete, según la diversidad de las complesiones: y quando los menstruos corren en quantidad, y calidad, según que convienen, y por orden, entonces están las mugeres sanas, y castas, aparejadas para fecundarse: y quando estas cosas de mudan, entonces están enfermas, é incontinentes, y estériles..."(44) '
Resumiendo vemos como el tener un hijo era una alegría para la pareja ya que la esterilidad tenia, en la Edad Media unos matices negativos. Los motivos de no fecundación podían ser causa del varón o de la mujer o de la conjunción de ambos e incluso porque eran muy jóvenes o muy mayores, gordos o flacos De aquí que la elección de una esposa, si se quería tener hijos era muy importante y llegan incluso las pautas para una buena elección La fecundidad es algo profundamente relacionado con el mundo de la sexualidad. Esta, en la Edad Media era concebida por la Iglesia Católica únicamenete dentro del marco del matrimonio no sólo para tener niños sino además para salvarse de la fornicación. Encontramos también, en los textos de esta época, piedras que tratadas de determinadas maneras ayudan a la mujer a quedarse embarazadas así como de determinados bebidizos. Dios era el otorgador de los hijos y con El la Virgen María a la que por su maternidad divina muchos acudían para la petición de descendencia. Por ello tomó mucho auge la creación de canciones y cantigas en su honor sobre todo a partir del siglo XIII. Ante este problema de la esterilidad la tristeza hacía mella en las parejas de todo tipo, ya que ninguno de los estamentos estaba libre de ella, e incluso en determinadas zonas, algunos es estudios han afirmado que un tercio de la población eran estériles. Esto se podía, además, ver formentado por un calendario de abstinencias sexuales marcado por la Iglesia en determinadas fechas del año litúrgico. El periodo de la lactancia o alguno de los métodos anticonceptivos que funcionara, así como una alimentación pobre podían, también, alterar los ciclos de fecundación convirtiendo la posibilidad de concebir un hijo en un sueño muchas veces inviable parra las gentes de estos tiempos medievales.
NOTAS BIBLIOGRÁFICAS SOBRE ESTERILIDAD Y FECUNDIDAD
(1) Calila e Dimna (Madrid: Castalia, 1984) ed. Juan Manuel Cacho Blecua y María Jesús Lacarra. Colección Clásicos Castalia n. 133, cap. VIII, p. 263. (2) ALFONSO X EL SABIO, Las siete partidas (Valladolid: De Gaviria y Zapatero, 1.875) ed. José Muro Martínez. Partida segunda, título XX, Ley i. (3) ALFONSO X EL SABIO,Cantigas de Santa María (101 a 260) (Madrid: Castalia, 1988) ed. Walter Mettmann. Colección Clásicos Castalia n. 172. cant, 224, p. 290, (4) ". . . el estado de viuda se consideraba positivo porque implicaba un anterior estado conyugal y porque se entendía que la procreación era la cualidad femenina por excelencia," Paloma Rojo y Alboreca, La mujer extremeña en la. Baja Edad Media: amor y muerte (Cáceres: Diputación Provincial, 1987) p, 127. (5) ROIG, Jaume, Espill o LLibre de les dones (Barcelona: Edícions 62, 1978) Collecció Les millors obres de la literatura catalana n. 3, p. 101-102, (6) ALFONSO X EL SABIO, Cantigas de Santa María (cantigas 261 a 427) (Madrid: Castalia, 1989) ed. Walter Mettmann, Colección Clásicos Castalia n. 178. cant. 411, pp. 328-329 (7) USANDIZAGA, M., "La esterilidad problema capital en el siglo XV" en Historia de la Obstetricia y de la Ginecología en España (Santander, 1944 pag.63, (8) GORDONIO, Bernardo, Sus Obras: en que se contienen los siete libros de la Práctica o Lilio de la Medicina (Madrid: Antonio González de Reyes, 1697) Libro séptimo, cap, I, p. 258, (9) ídem, Libro séptimo, cap. XIV, p. 274. (10) LÓPEZ VILLALOBOS, Francisco, Sumario de la medicina con un tratado sobre las pestíferas bubas (Madrid; Imprenta de J, Cosano, 1948) ed. Eduardo García del Real, Colección Biblioteca Clásica de la Medicina Española, tomo XV, pp, 332-333, (11) GORDONIO, Bernardo, Sus Obras: en que se contienen los siete libros de la Práctica o Lilio de la Medicina ob. cit. Libro séptimo, cap. XIV, p, 274, (12) ídem, Libro séptimo, cap. XIV, p. 274. (13) ídem. Libro séptimo, cap,XIV, p, 275, (14) LÓPEZ DE VILLALOBOS, Francisco, Sumario de la Medicina con un tratado sobre las pestíferas bubas ob. cit. pp.332-333. (15) ALFONSO X EL SABIO, Las siete partidas Ob.Cit. Partida segunda, título XX, ley 2. (16) "Cuando se examinan los trabajos españoles de la Edad Media sobre la fecundación y la esterilidad, puede apreciarse en ellos una fiel sumisión a las opiniones sustentadas por los autores griegos y romanos, con muy ligeras adiciones de los árabes, que, en realidad, no hicieron más que copiar a aquéllos." M. Usandizaga, "La esterilidad, problema capital en el siglo XV" en Historia de la Obstetricia y de la Ginecología en España ob. cit. p. 63. (17) "En estos siglos se empleaban diferentes pruebas, ya conocidas de los antiguos, para saber si la esterilidad era de origen masculino o femenino: "Echen en agua la mujer su simiente y el hombre la suya" dirá Lobera de Ávila en la primera mitad del siglo siguiente " -y la simiente que no baxare sino que anduviere en lo alto de la agua nadando, aquella es en la que está el defecto de no engendrar: y este experimento lleva razón: porque es señal que no está bien digesta aquella simiente, y que tiene ventosidad que la hace andar nadando." Otra prueba sería "que orinen ambos, cada uno en una lechuga, y orinen encima: el que primero secare la su lechuga es del que tiene la falta en no engendrar: y este experimento, en parte, es conforme a razón, porque significa gran calor y abundancia de humores adustos en aquella lechuga que primero se secare." También de tipo biológico es la siguiente prueba: "Que tome siete granos de trigo y siete de cebada y siete de habas y los ponga en un vaso en un barreñón con tierra y otros tanto en otro y orinen el varón en un vaso y ella en otro, y dejarlos estar allí siete días, y en el vaso donde se hallaren vacias las símientes o granos, es señal de aquel cuya es aquella orina no tiene defecto, sino que es hábil para engendrar" Finalmente, en la siguiente prueba algún autor humorísticamente ha querido ver una especie de exploración de la permeabilidad tubárica: "Que tapándola bien (a la mujer) con un vestimento la ponga por bajo sahumerios de cosas aromáticas, como de mirra y estoraque y otras semejantes, o dándole sahumerios con una caña o embudo metido en el orificio de la madre, y si sintiere la mujer el olor de los aromáticos y sus fumigios subir por dentro del cuerpo a la boca y las narices, es señal que el defecto de engendrar no está en ella; añadiendo: lo mesmo se hace poniendo por de bajo de la madre un ajo, y si la mujer siente el sabor en la boca, es señal que el defecto no está en ella, sino en el varón," De todos modos, el mismo Lobera no tenia gran fe en la infalibilidad de estos medios diagnósticos," M. Usandizaga, Historia de la Obstetricia y de la Ginecología en España ob. cit. pp. 67-68. (18) ALFONSO X EL SABIO, Las siete partidas ob. cit. Partida cuarta, título II, ley 4. (19) MARTIN, José Luis y LINAGE CONDE, Antonio, Religión y sociedad medieval. El Catecismo de Pedro de Cuéllar (1.325) (Salamanca: Junta de Castilla y León,1987) p. 214. (20) ídem. ob. cit. p, 215. (21) "A lo largo de su historia, el Calila se irá acercando o alejando de los "espejos", según los contextos en los que se presente. Su llegada al Occidente europeo, en el siglo XIII, coincidirá con la moda de la literatura didáctica, dedicada especialmente a la educación de reyes y príncipes, Las colecciones de cuentos, así como los catecismos ético-moral es de origen oriental, confluirán dentro de esta, gran corriente.., " María Jesús Lacarra, Cuentistica medieval en España; Los orígenes, (Zaragoza: Dpto de Literatura Española de la Universidad de Zaragoza, 1964) p. 35. (22) El libro de los Exenplos por A.B.C (Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1961) ed. John Estén Keller. exenplo n. 197 (126) p. 158. (23) ROIG, Jaume, Espill o LLibre de les dones ob. cit.p.150, (24) LUNA, Alvaro de, Libro de las virtuosas e claras mujeres Madrid: Sociedad de Bibliófilos Españoles, 1891, n. 28, 1ª época, p. 159. (25) "En la Península, los monarcas del XIII, especialmente Alfonso X y Jaime I de Aragón, comienzan a mostrar interés por la cultura de los pueblos vecinos. Los textos didácticos que fueron traducidos por estos años han venido agrupándose tradicionalmente en dos apartados; colecciones de apólogos, como el Calila y el Sendebar, y de sentencias, como los Bocados, la Poridat [...] Los dos grupos, como se verá alo largo de este trabajo, se encuentran estrechamente relacionados. Ambos giran en torno a la temática didáctica que trata de contribuir a la formación del príncipe perfecto y, por tanto, a la educación de cualquier individuo," María Jesús Lacarra, Cuentística medieval en España: Los orígenes Ob.Cit.p.37. (26) ALFONSO X EL SABIO, Lapidario (Madrid: Gredos, 1981) ed, Sagrario Rodríguez M. Montalvo, Colección Biblioteca Románica Hispanica IV. Textos 14, p. 210. (27) ídem, ob. cit. p. 211, (28) ídem, ob. cit. p. 35, (29) "En aquella época estaban muy en boga las medicaciones destinadas a combatir la impotencia y la esterilidad masculinas, Se prescribían nuez moscada y menta y unciones en el dorso, ingles, testículos y plantas de los pies con aceite de pimienta blanca u con ungüentos a base de estoraque, almizcle, asafetida, cebolla, albarrana, mirra, pimienta y castóreo. También se empleaban cocciones de testículos del raposo, meollos de pájaros, vergajo de toro, etc., en los que se ha querido ver una rudimentaria hormonoterapia. No pretendemos pasar revista al inmenso número de remedios empleados contra la esterilidad, Desde toda clase de fórmulas medicamentosas, hasta el uso de piedras preciosas y objetos raros; desde la invocación de la misericordia divina, hasta toda clase de prácticas de hechicería, " M. Usandizaga, Historia de la Obstetricia y de la Ginecología en España, ob. cit. pp. 68-69. (30) ROIG, Jaume, Espill o Llibre de les dones ob. cit. p, 84, (31) " La Virgen se menciona a menudo en la literatura medieval romance; el incremento de su culto y devoción aconteció al mismo tiempo que las nuevas literaturas iban creciendo y asegurándose, de manera que su exaltación poética fue un aspecto más de la religiosidad de los últimos siglos de la Edad Media, Su figura como Madre de Dios y mediadora entre El y los pecadores se ha considerado también como uno de los factores que más impulsaron el crecíente acatamiento e idealización de la mujer [..,] Las leyendas de los milagros de la Virgen en favor de la doliente y pecadora humanidad se coleccionaron en libros..." Francisco López Estrada, Introducción a literatura medieval española (Madrid: Gredos, 1979) Colección Biblioteca Románica Hispánica. Manuales n. 4. pp. 230-231. ( 32) ALFONSO X EL SABIO, Cantigas de Santa María (cantigas 261 a 427) ob. cit. cant. 377, p. 203. (33) " La alabanza de la Virgen y la imploración de su ayuda han sido, en la Edad Media, objeto de un sinnúmero de poemas lengua latina o vernácula. La poesía marial latina, que comienza a desarrollarse en el siglo XI, llega a su auge ya en la primera mitad del siglo XII [. . . ] Todos los temas de las cantigas de loor alfonsinas, todos los epítetos, imágenes y comparaciones tienen antecedentes o paralelos en la literatura mariana anterior y contemporánea, en cuyo tesoro el Rey (Alfonso X) y sus colaboradores podían inspirarse sin seguir modelos determinados." Walter Mettmann, Prólogo a Cantigas de Santa María (cantigas 1 a 100) de Alfonso X El Sabio (Madrid: Castalia, 1966) Colección Clásicos Castalia n. 134. p.14. (34) El_ libro de los Exenplos por A.B.C. ob. cit. exenplo 282 (213) p. 218. (35) ROIG, Jaume, Espill o LLibre de les dones ob. cit. p. 66, (36) MARTÍNEZ DE TOLEDO, Alfonso, (Arcipreste de Talavera) Vidas de San Ildefonso y San Isidoro (Madrid: Espasa-Calpe, 1962) Colección Clásicos Castellanos n. 134, pp, 7-8, (37) SÁNCHEZ DE TOVAR, Fernán, Crónica de Alfonso el Sabio. Crónicas de los Reyes de Castilla desde Alfonso El Sabio hasta los Católicos Don Fernando y Doña Isabel (Madrid; Rivadeneyra, 1877) ed. Cayetano Rosell. B.A.E. n. 68, p.4. (38) ALFONSO X EL SABIO, Primera Crónica General de España (Madrid : Gredos, 1955) ed. Menéndez Pidal y A. García Solalinde. II vol., p.427. (39) MINOIS, Georges, Historia de la vejez, (Madrid: Nerea, 1987) pp. 242. (40) "Les temps de continence étaient de nature diverse: les uns se référaient au calendrier liturgique; les autres au cycle physiologique de l'epouse." Jean-Louis Flandrín "La réglementation du commerce conjugal dans les pénitentiels: Reflexión sur ses effets possibles et son aplication" en La condición de La mujer en la Edad Media (Madrid: Universidad Complutense, 1986) Actas del Coloquio Hispano-Francés celebrado en la Casa de Velázquez, p. 85, (41) " La inexistencia de hijos fue una razón de peso en la fundación y dotación a conventos. Elvira de Figueroa no tenia descendencia cuando testó; en tales ocasiones la paternidad frustrada de los testadores se vería satisfecha al constituirse patronos de instituciones religiosas. Este hecho se aprecia en las fundaciones de conventos por varones por vía testamentaria." Paloma Rojo y Alboreca, La mujer extremeña en la Baja Edad Media: amor y muer te ob. cit. p, 172. (42) La Gran Conquista de Ultramar (Bogotá: Publicaciones del Instituto Caro y Cuervo, 1979) ed, Louis Cooper, cap. CCCLXXV. (43) " Es curioso señalar cómo el pueblo relacionaba las épocas de hambre, especialmente la falta de trigo, con la menor fecundidad:
se dice años más tarde en el prólogo en la Farsa de la Ventera, recopilación del bachiller Diego Sánchez de Badajoz (1554)" M, Usandizaga. Historia de la Obstetricia y de la Ginecología en España ob. cit. p.65. (44) GORDONIO, Bernardo, Sus Obras: en que se contienen los siete libros de la Práctica o_ Lllio de la Medicina ob. cit. Libro séptimo,cap. IX, p, 269,
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